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La eficacia del quitosano está ahora comprobada, pero para comprender cómo funciona es necesario describir sus características específicas y mecanismo de acción.
El quitosano es un derivado natural de origen biológico que se obtiene a partir de la parcial desacetilación en ambiente alcalino de la quitina (un polisacárido compuesto por unidades de N-acetil-D glucosamina). Hasta la fecha, la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino) prevé el uso del quitosano en enología para el tratamiento del vino, para ayudar a la acción de clarificantes tanto en vinos como en mostos. Sin embargo, solo se admite uso del quitosano de origen fúngico, de Aspergillus niger.
Las investigaciones en laboratorio sobre el potencial del quitosano están en constante evolución y muestran resultados sorprendentes: se trata de hecho, de un elemento que además de tener una probada eficacia y versatilidad de uso, destaca también por su fácil disponibilidad y biodegradabilidad.
El Quitosano representa una ayuda válida para facilitar el desfangado y la clarificación de los mostos. También tiene una importante acción antiséptica al inhibir la actividad microbiológica.
Utilizado en los vinos, el quitosano favorece la clarificación y dificulta la aparición de fermentaciones no deseadas, lo que tendría un impacto negativo en todo el proceso. Además, previene el desarrollo de bacterias acéticas, responsables de aumentar la acidez volátil, o la fermentación maloláctica donde no se desee.
Otra de las funciones principales del quitosano es la eliminación de cationes metálicos de la solución, reduciendo el contenido de metales pesados como hierro, plomo, cadmio y cobre.
Este tipo de acción permite, por un lado, evitar las quiebras férricas y cúpricas y por otro lado tiene un efecto desestabilizador adicional sobre la pared microbiana al eliminar los cationes estructurales.
También, reduce los compuestos no deseados como la ocratoxina A, una toxina fúngica que se puede encontrar tras las alteraciones microbianas en las uvas. Pero la acción por la que el quitosano destaca y es el preferido en enología está unida a la inhibición de Brettanomyces: frente a estas levaduras contaminantes, de hecho, resulta ser un coadyuvante indispensable y permite conseguir resultados incomparables frente a otros productos.
El uso más importante y extendido del quitosano en enología está unido, como hemos visto, a la inhibición de Brettanomyces, donde ningún otro coadyuvante es capaz de realizar una acción tan eficaz.
Brettanomyces es una levadura contaminante, muy resistente incluso a altos niveles de etanol, capaz de catalizar la reducción de vinilfenoles mediante la enzima vinilfenol reductasa. Este tipo de actividad biocatalítica es el origen de la aparición de defectos olfativos como los aromas de "establo", "cuero" y "sudor de caballo".
Para explicar cómo actúa el quitosano contra la aparición de Brettanomyces debemos examinar su estructura.
Sabemos que el quitosano se obtiene a partir del proceso parcial de desacetilación de la quitina, durante el cual se produce la liberación de los grupos amino primarios, que en un ambiente ácido se protonan, obteniendo una carga positiva.
Este particular tipo de estructura cargada es funcional para la desintegración de las membranas de bacterias y levaduras. De hecho, uno de los mecanismos por los que actúa el quitosano está unido precisamente al hecho de que el exterior de la pared celular de las bacterias está cargado negativamente y, por ello actúa, estando cargado positivamente, para complementar las cargas. Las levaduras, en cambio, no tienen una carga negativa obvia, pero se piensa que incorporan quitosano en su propia pared durante el crecimiento y que este es el origen de la desintegración de la pared. Un mecanismo de acción alternativo se debe a la unión del quitosano al ADN microbiano, lo que bloquearía eficazmente su transcripción y replicación.
CHITOCEL es un producto a base de quitosano, un polisacárido natural de origen fúngico (Aspergillus niger) que permite reducir, y en algunos casos eliminar, la carga microbiana no deseada en el vino. Es activo contra bacterias acéticas, lácticas, levaduras en general y Brettanomyces.
La formulación especial y equilibrada con paredes celulares de levadura permite a CHITOCEL ejercer una acción antimicrobiana de amplio espectro, contribuyendo a la limpieza aromática y olfativa.
CHITOCEL es muy utilizado en vinos para envejecer en madera: la porosidad de este material es de hecho el entorno ideal para el desarrollo y crecimiento de microorganismos (en particular de Brettanomyces), que, aunque presentes en cantidades modestas, a largo-medio plazo, pueden dar lugar a aumentos de la acidez volátil y a menudo, a la aparición de olores desagradables.
CHITOCEL, tiene la ventaja de no pertenecer a la familia de los alérgenos como otros productos similares que ejercen, entre otras cosas, actividad antimicrobiana solo sobre algunas familias de bacterias y pueden contribuir al aumento de la inestabilidad proteica.
Explicamos cómo funciona CHITOCEL a través de una prueba práctica realizada en el laboratorio: utilizamos un vino contaminado con Brettanomyces para evaluar la efectividad del CHITOCEL mediante una dosis de 5 g/hL. Incluso antes de los resultados del recuento microbiano, verificamos la actividad del quitosano en el microscopio sobre la levadura contaminante, confirmando la destrucción de la integridad celular.
Posteriormente, para realizar un recuento en la placa, filtramos una alícuota de 50 mL de la solución sobre una membrana con una porosidad de 0,2 µm y posteriormente la incubamos durante 8 días a 30°C en un medio selectivo para Brettanomyces.
Junto a CHITOCEL hemos desarrollado otros productos a base de quitosano, que representan excelentes alternativas para el SO2:
CHITOCEL Must y CHITOCEL Red ejercen una acción clarificante, contribuyen a la reducción del contenido de metales pesados como hierro, plomo, cadmio y cobre, previniendo de esta forma las quiebras cúpricas y férricas, permitiendo reducir cualquier contaminante (como la ocratoxina) gracias a la sinergia con las paredes celulares de levadura y taninos.
Por ello, ambos se caracterizan por su acción antimicrobiana y permiten limitar el uso de anhídrido sulfuroso, en línea con la creciente demanda del mercado que en los últimos años, ha estado buscando productos con valores de sulfito cada vez más bajos.
ANTIBRETT 2.0 es un producto en que se combinan quitosano, paredes celulares de levadura y enzimas beta-glucanasas, particularmente indicado por su acción inhibidora contra las levaduras pertenecientes al género Brettanomyces.
De hecho, gracias a sus propiedades antimicrobianas, inhibe la producción de vinil-reductasa, que participa en la transformación de los ácidos cinámicos, presentes en el vino, en los correspondientes derivados etílicos, responsables de los olores atribuibles a Brettanomyces.
ANTIBRETT 2.0 está indicado tanto para prevenir alteraciones debidas a las levaduras no deseadas, que como producto curativo: Brettanomyces, de hecho, tiene tiempos de incubación muy largos (3-8 meses), en los que no se evidencian los olores anómalos, por lo que puede ser necesario actuar solo después de su aparición.
CHITO-F, es un nuevo tratamiento específico a base de ácido fumárico y quitosano. Ejerce una fuerte acción antimicrobiana, bactericida y bacteriostática, estabiliza y favorece la clarificación del vino.
El origen de CHITO-F está en la creciente orientación hacia productos naturales, libres de sulfuroso, para la producción de vino, y un mercado cada vez más interesado en bebidas con contenidos reducidos de sulfitos.
Gracias a su potente acción antimicrobiana derivada de la sinergia de sus componentes, permite utilizar menores cantidades de SO2, protegiendo los vinos y representando así una alternativa libre de alérgenos a los estabilizantes que realizan la misma función.
CHITO-F también desarrolla un rol importante en la prevención y tratamiento de la contaminación por bacterias lácticas, facilitando el trabajo en bodega.
Gracias a la experiencia plurianual y al know-how adquirido en el sector vitivinícola, podemos garantizar una amplia gama de soluciones biotecnológicas altamente innovadoras capaces de dar respuesta a cualquier necesidad productiva. Cada producto que producimos pasa por un riguroso Control de Calidad, que desarrollan nuestros investigadores del departamento de Investigación & Desarrollo. Todos los controles realizados tienen en cuenta tanto la normativa vigente como el rendimiento en condiciones reales, e incluyen análisis químicos, microbiológicos y funcionales.
Gracias a la experiencia plurianual y al know-how adquirido en el sector vitivinícola, podemos garantizar una amplia gama de soluciones biotecnológicas altamente innovadoras capaces de dar respuesta a cualquier necesidad productiva. Cada producto que producimos pasa por un riguroso Control de Calidad, que desarrollan nuestros investigadores del departamento de Investigación & Desarrollo. Todos los controles realizados tienen en cuenta tanto la normativa vigente como el rendimiento en condiciones reales, e incluyen análisis químicos, microbiológicos y funcionales.