Es una cepa idónea para obtener vinos tintos cálidos y con cuerpo, adaptados para el envejecimiento, y muy agradables al termino de la fermentación. La peculiaridad de Fermol Mediterranée se debe a la capacidad de producir una elevada cantidad de polisacáridos y manoproteinas que, además de transferir una mayor armonía en boca, permite una rápida estabilización del color y de la estructura tánica. Desde el punto de vista aromático resalta la complejidad varietal y destaca las notas finas, que recuerdan la confitura, los higos maduros y las notas de frutos rojos, en particular la grosella y la cereza.