El sulfuro de hidrógeno (H2S) se puede formar durante la fermentación como resultado de la acción de las levaduras sobre compuestos que contienen azufre, pero también debido a la ausencia de oxígeno durante algunas etapas del afinado.
Durante la fermentación alcohólica, el H2S se utiliza en la síntesis de aminoácidos azufrados (cisteína y metionina), pero si está en exceso se libera en el medio.
En los mostos, en condiciones de falta de nitrógeno fácilmente asimilable, las levaduras degradan las proteínas por acción enzimática (cistein-desulfitasa) dando lugar a la formación de H2S.
En el vino, durante las fases de afinado, la formación de este compuesto se relaciona con el perfil polifenólico y la presencia de lías.